La mente y el concepto ksipta, ésta suele distraerse con pensamientos que pululan y dejan impresiones duraderas que no sirven para nada. Lo que sentimos y percibimos puede afectar a la parte emocional si no se está equilibrado. En yoga el maestro Patanjali llama a este estado ksipta. Una persona ksipta es inestable, no es capaz de parar y reflexionar, no consigue centrarse con lo que hay a su alrededor y no es capaz de tomar prioridades. Esto produce un desequilibrio en el estado mental nublando la mente. Hasta que la persona no se calma mediante el yoga, la meditación o el mindfulness seguirá en estado de desequilibrio. Por otro lado, hay que enfrentarse a los hechos con conocimiento.
El estado más común de la mente es estar disperso, el interior está lleno de miedos y dudas sobre lo que sucede. Este proceso se alternará entre la falta de conciencia y la conciencia.
Se cree que la mente dentro de la filosofía yóguica la práctica regular de meditación, mindfulness y yoga generan equilibrio mental y una actitud positiva. La mente consigue enfrentarse a los obstáculos y al sufrimiento para conquistar los pensamientos negativos.
La mente necesita ser controlada o adiestrada a través de una práctica constante para conquistar los pensamientos que no apartan nada. Cuando la persona está concentrada tiene la capacidad de dar lo máximo en cada actividad sin que nada le perturbe.
El proceso en el que la mente está tranquila lleva a la persona a conseguir un intelecto en paz, la persona está equilibrada y en paz, la serenidad es clara y se adquiere la conciencia pura.
Se considera que la mente tiene concentración, conciencia y una dirección en la vida. Cuando la persona es inteligente vive sin que le afecte el pasado o el futuro, sin que le afecten las circunstancias externas.
La mente y Ksipta