Desde esta sesión permítete practicar meditación sin entrar en pensamientos desgastantes solo sintiendo el interior
Permítete meditación
Vivimos en un mundo que no se detiene. Las notificaciones, los pendientes, las responsabilidades, las expectativas… todo parece reclamar nuestra atención constantemente. En medio de ese ruido, hay una práctica silenciosa que nos ofrece un refugio: la meditación.
Pero antes de empezar, hay algo fundamental: permítetela.
Permítete parar, cerrar los ojos, respirar profundo y simplemente estar. No necesitas ser un experto ni tener una mente completamente en calma. Solo necesitas darte permiso para habitar el momento presente, tal y como es.
La meditación no es una meta; es un espacio. Un lugar íntimo donde no hay juicios, solo observación. Donde puedes sentir sin reprimir, pensar sin apegarte, respirar sin correr. En ese pequeño acto de detenerte está la semilla de algo mucho más grande: claridad, compasión, presencia.
Permítete meditación, aunque sea por cinco minutos al día.
No porque “deberías”, sino porque lo mereces. Porque tu paz interior no es un lujo, es una necesidad. Porque dentro de ti hay una sabiduría que solo se escucha en el silencio.
Haz de la meditación un regalo que te das. No por obligación, sino por amor.